Cuando llegó la pandemia por Coronavirus no sabíamos qué hacer con la iglesia. Podíamos decidir mantenerla cerrada o utilizar la situación como un trampolín para llegar a las personas.

La iglesia no son cuatro paredes sino que cuando estamos juntos es cuando SOMOS Iglesia. Así que tomamos la decisión de utilizar las nuevas tecnologías para entrar en los hogares por medio de las pantallas con el objetivo de poder edificar y inspirar a las personas en fe.

Poco a poco fueron creciendo los recursos tanto materiales como humanos. Un gran equipo Creativo formado por los equipos de Alabanza y Producción no dudaron ni un momento en trabajar, en ponerse de acuerdo en un mismo sentir y propósito enfocado en la visión.

Hoy Hillel dispone de un gran grupo humano que sigue creciendo, aprendiendo, levantando y animando a otras personas para que muchos puedan conectar con Jesús.

Hoy puedo entender mejor la creatividad que tienen nuestros equipos, porque somos hijos del Creador.